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COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL ( El 4to. y el 5to contacto )

EL CLIENTE.
Cada vez que un cliente nuevo se acerca a nosotros para buscar nuestros servicios de Agencia de Marketing percibimos que su primer objetivo es evitar otra tomada de pelo como lo han recibido con otras empresas del giro promocional.

La industria de los Artículos Promocionales está plagado de vicios ocultos que al final de todo, el cliente es quien absorbe lo mal hecho por parte de un proveedor gandalla y esto es debido a que el 98% de las tiendas promocionales son creadas por personas improvisadas, que no cuentan con la profesión y que únicamente les interesa vender, aunque sea barato pero si alguien sale dañado de la relación, que sea solo el cliente. Así es como ellos piensan.

Lastimosamente es una verdad que usted puede verificarlo, porque ni siquiera están estructuradas para todos sus procesos.

La constante por lo que se da este fenómeno es porque las personas y la propia industria en su mayoría, no están profesionalizadas; existimos contadas Agencias con los recursos y las capacidades para atender a cualquier cliente del tamaño que este sea.

Si ha esto se le une al responsable de recursos humanos y la falta de control del fundador, termina en un coctel explosivo directamente proporcional al cliente.

Un cliente enojado por una experiencia negativa por parte de la empresa, es un arma peligrosa para la reputación de cualquier Marca y que por ende, afectan las ventas.


EL VENDEDOR.
La primera novatada que tuvimos como Agencia que fue hace más de 10 años, fue en una compra que le hicimos a un proveedor ubicado en Zapopan Jalisco, el cual realizamos de manera remota… ( hoy en día es algo un poco común ya que a pesar de los años, el mercado mexicano no quiere cambiar su forma de comprar )

Cuando pasó el tiempo estimado para la entrega, la persona que nos atendió nos dijo: “no tengo el producto”.

Obviamente nuestra molestia no se hizo esperar y lejos de que el vendedor evaluara la situación para resolver el problema se le cerró el mundo, tuvo que intervenir su gerente bastante corrientito y que tampoco dio solvencia al tema.

El proveedor terminó una demanda y con una multa legal pero, como buena empresa mexicana que no admite ni reconoce sus errores, como represaría trató de influenciar a otros proveedores para no proporcionarnos productos ni servicios, literalmente nos boletinó.

Después de algunos meses, esta empresa terminó como el máximo dicho: “el pez muere por la cabeza”


Uno de los contactos más importantes...


CONSULTORÍA ORGANIZACIONAL